Cuando uno escarba en el pasado siempre da con fantasmas
Cuando una serie llega bajo la producción de la BBC sabemos de entrada que la calidad ya se le supone. Es una marca de fábrica que se ha ganado a pulso década a década. Los detalles, el presupuesto, su delicadeza en crear productos de geniales acabados son siempre un punto ya a favor. Así bajo ese paraguas se presenta esta miniserie que llegaba en 2016. Son 6 capítulos de 52 minutos clavados cada uno. "The living and the dead" reúne muchos puntos a favor, por un lado mezclar el género del drama con el terror de estilo gótico. Y por otro lado su constante crecimiento en personajes y trama. Nos situamos a finales del siglo XIX, una pareja de recién casados Nathan Appleby (Colin Morgan) y Charlotte Appleby (Charlotte Spencer) se hacen cargo de la finca familiar de la familia de el. Allí mientras intentan sacar adelante las cosechas y demás tareas donde tienen a su cargo muchos trabajadores, una serie de inquietantes apariciones y diferentes visiones harán que poco a poco el mundo que les rodea empiece a desmoronarse. La serie pone en la piel de sus dos personajes principales ciertos aspectos que nos dejan ver claramente cómo la sociedad de final del siglo XIX se va abriendo a nuevos caminos. Por un lado Nathan es un psicólogo que se adentra en aspectos de la mente humano aún en pañales. Por su parte las mujeres todavía ancladas a trabajos de recogida en campos o directamente amas de casa, sin embargo Charlotte es una aficionada a la fotografía, con lo que "The living and the dead" también nos da la posibilidad de ver cómo el progreso de la humanidad en ciertas materias se va abriendo camino hacia el incipiente siglo XX.
La serie se centra en varios focos para enhebrar la trama que nos plantea, todo bien conjuntado pero que nos lleva por varias bifurcaciones hasta su final, haciendo que el viaje esté llenos de sorpresas. La puesta en escena está muy lograda, cosa en la que la BBC nunca escatima. Los parajes abiertos donde la plantación colindante a la casa es una de las protagonistas. La casa donde se desarrolla gran parte de los episodios juega un papel fundamental. Su aspecto de casa de campo contrasta con la fotografía nocturna de sus pasillos, donde se ambienta muchas secuencias de terror. Hay que matizar si al leer mis palabras estáis pensando que estoy describiendo una serie de terror con sustos o intentos de hacerlo, al estilo Netflix (ya sabéis de lo que hablo). Aquí predomina el thriller de terror, con ese toque gótico que comentaba al principio. No hay golpes de efecto de música (mal muy extendido hoy día). Todo se basa en imágenes y pequeños fogonazos para crear ese ambiente de terror.
El tono y muchos aspectos puede hacernos recordar a esos toques de Las brujas de Salem (2002) o Los Otros (2001), cosa que queda patente nada más ver el primer episodio. Quizás uno de los aspectos que no llega a estar del todo bien presentado es que podemos en algún momento llegar a perdernos o confundirnos con la trama, pues hay varios giros que nos sugiere antes que dejarnos claro los que nos cuenta. Pero no por ello una se desconecta ni muchos menos de sus vivencias. Por desgracia la serie fue cancelada y la supuesta segunda temporada nunca llegó. Los seis episodios cierran perfectamente, así que no hay temor a no verla por quedarse uno colgado. Más allá de que hay una puerta abierta para la continuación, pero que eso sería otra historia que no afecta al cierre de la esta primera temporada. Estamos pues ante una buena serie, que no ofrece nada nuevo bajo el sol, pero lo que nos propone lo hace con soltura, manteniendo la tensión capítulo tras capítulo.
A favor: su trama, el ambiente y la tensión
En contra: poco original y algo confusa
Puntuación general: 7/10
Pues haces que resulte muy atractiva la obra.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta reseña- Un abrazo
Si la ves espero que la comentes por aquí para saber que te pareció
EliminarA ti por leerla.
Un saludo