Es curioso como un director como Fatih Akin no tiene el reconocimiento que tal vez, que coño, que merece sin duda. El cineasta alemán de ascendencia turca es de esos que no les importa ir pisando según que charcos construyendo al final una filmografía tan apetitosa como variada. Títulos como Corto y con filo (1998), Contra la pared (2004), Al otro lado (2007), Soul Kitchen (2009) o En la sombra (2017) son ejemplos de una rica trayectoria. Pues ahora nos regala quizás su cinta más cruda, donde pone a prueba el estómago del espectador para seguir las andanzas de un asesino en serie repulsivo. "El monstruo de St. Pauli" está basado en la novela escrita por Heinz Strunk, que a su vez se basa en los hechos reales ocurridos en los años setenta . La historia nos lleva hasta una pequeña ciudad de condición muy humilde, donde casi se podría decir vive mucha gente en el umbral de la pobreza. Allí Fritz Honka vive en la buhardilla de unos pisos, un cuchitril decorado con infinidad de recortes de fotos de mujeres desnudas. Sus hazañas empiezan en un bar cercano donde se reúnen cada noche personas solitarias, que buscan algo de compañía y bebida, marginados de la sociedad y por lo general ya personas mayores.
El actor que da vida a este asesino en serie Jonas Dassler, con uno de esos personajes que seguramente será recordado de por vida, y de que nosotros los espectadores a buen seguro ya tendremos en nuestra mente por su caracterización (con un excelente arte de maquillaje). "El monstruo de St. Pauli" retrata de forma algo diferente el romanticismo (por así decirlo) del que suele gozar este tipo de personajes en la gran o pequeña pantalla, muchas veces el villano nos cae hasta simpático, pero que aquí su director se deja de sutilezas y nos muestra algo crudo y lleno de maldad.
El alcohol gira y es parte clave de toda la cinta, pues los personajes en su mayoría son adictos y que en el film son mostrados sin filtros, siendo gran parte de las atrocidades que en ella acontece. La excelente fotografía forma parte de la clave de este film, con ese colores ocres y secos. Estamos ante una película que más que mostrar las atrocidades que comete nuestro protagonista, se decanta más por la imaginación del espectador, dejando fuera de plano la mayoría de escenas violentas y más sangrientas. Todo ello no impide que "El monstruo de St. Pauli" haga que a uno se le mueva algo por dentro, asistiendo a los desvaríos y bajezas que este tipo comete con sus víctimas. Un clásico ya de culto que estoy seguro irá creciendo con los años, pese a ser tan reciente.
Terror: 5
Violencia: 8
Sexo: 7
Puntuación general: 7/10
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