Hoy traigo una cinta de animación que me ha resultado sencillamente maravillosa. Pocas veces tiene uno la suerte de toparse con joyas como esta "Mary and Max" que nos llega desde la tierra de los canguros, Australia. El director de la cinta es Adam Elliot, que realiza aquí su primer largo animado. Pasó al destacar cuando le concedieron el Oscar por su corto Harvie Krumpet (2003). Ya venía anteriormente de realizar algunos más ante de este galardón. La historia de la película nos cuenta la vida de dos almas separadas por miles de kilómetros pero unidos por muchas cosas que pese a la diferencia de edad. Ella es una niña australiana de ocho años, el un hombre de cuarenta y tantos que lo hace desde Nueva York. Ambos consolidan su amistad desde la correspondencia de cartas. La vida que rodea a la niña desde un pobre barrio no es la mejor de las vidas. Su padre trabaja en una fábrica de té, y en casa pasa el tiempo en el sótano trabajando en su hobbie de taxidermista.
Mientras que su madre pasa las horas entre el tabaco, el jerez su problema de cleptomanía y la televisión. El hombre es un alma solitaria, adicto a lo perritos con chocolate (invento suyo) y matando el tiempo viendo su programa de televisión favorito, mientras alimenta a su pez o habla con la vecina anciana que se pasa por su casa. Programa de televisión que comparten desde la distancia entre ambos. La película nos sumerge en una narración para adultos, aquí no hay nada para menores, pues son muchos temas complicados los que trata el film. Hablamos por ejemplo de la agorafobia Max, o el acoso que sufre ella en su colegio.
También encontramos referencias al síndrome de asperger de Max o la gula de Mary por la leche condensada. La película usa la animación stop-motion, con una cuidada fotografía, donde los tonos grisáceos salpicados con algún detalle de color más intenso hacen un delicado ecosistema ocular. "Mary and Max" retrata en definitiva la amistad que deja sentir que por muy solos que nos sintamos, hay momentos que merecen la pena. Por cierto la voz de Max corre a cargo Philip Seymour Hoffman, mientras que la de Mary lleva el sonido de Toni Collette. La cinta utiliza mucho la voz en off. En conclusión una gran película llena de sentimientos que también juega un poco con el humor. Ganadora del festival Annecy a mejor film junto a Coraline.
A favor: prácticamente todo, su genialidad en definitiva
En contra: tal vez hacerla un poco más para todos los públicos
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