6 de agosto de 2020

Convocatoria "juevera" : EL SECRETO DE BERNARDO


Esta semana convoca Dorotea desde su blog Lazos y raíces. El tema "El pueblo de los Plop". Seres que viven en las gotas de agua.


                                                         EL SECRETO DE BERNARDO

Bernardo venía muy rebotado desde la escuela, los mismos tres chicos de siempre se metían con el casi a diario. Bernardo tenía diez años, era un niño muy flaco, y apenas llegaba a la estatura media para esa edad. Aquel día de regreso a casa llovía a cántaros, el asfalto apenas se veía y los árboles que serpenteaban todo el camino del colegio a su casa chorreaban como un grifo bien abierto. Unas gotas se alojaron en su hombro, y en ellas unos pequeños seres las habitaban. Bernardo al mirar de reojo sobre su hombro húmedo consiguió distinguir una pancarta que provenía de una de aquellas gotas. Como si fuera un sueño, se frotó los ojos esperando que aquella solo hubiera sido un momento de ensoñación, pero no fue así. La pancarta rezaba, “El pueblo de los Plop”, entonces recordó que su abuelo fallecido le había contado más de una vez anécdotas sobre aquellos misteriosos seres que pertenecían al folclore de su pueblo, y como tal el debía guardar su secreto ahora que lo había visto con sus propios ojos.

Su abuelo le había contado que cuando alguien los veía, estos seres debían obedecer a los humanos, siempre que no les obligaran a hacer el mal. Bernardo dejó el hombro muy quieto para que no resbalase aquella isla diminuta de agua. Entonces durante un rato le contó lo triste que estaba cada vez que debía ir al cole, pues aquellos tres niños lo molestaban hasta hacerle llorar.

El día siguiente amaneció soleado, los pájaros cantaban y el cielo era de un azul resplandeciente. Bernardo se puso triste pues su plan parecía que no sería posible que funcionase. Pero cuando iba de camino al colegio a la puerta le esperaban aquellos muchachos. De repente unas nubes negras aparecieron de pronto sobre las cabezas de aquellos chicos y empezaron a descargar agua como jamás se había visto. Una fuerte barranquera los arrastro calle abajo, los gritos de auxilio no eran correspondidos, pasaron por delante de Bernardo empujados por un torrente de agua exuberante. Así hasta que desaparecieron de su vista.

Las nubes se fueron del cielo, y el sol brilló ya para siempre en la vida de Bernardo.

11 comentarios:

  1. Los plops contra el bullying se podría llamar jeje. Buen recurso para afrontar este difícil reto. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Que bonito!!
    Me alegro que el pueblo de los Plop, de la mano de su abuelo lo ayudara a que el sol brillara en su vida.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Muy bien las cogido el concepto del pueblo de los plop, esa gotas de agua ayudaron al pobre Bernardo a que esos tres energúmenos no volvieran a faltarle.
    Gracias por este relato. Un abrazo y muy feliz jueves.

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno, vengadores, sí señor. Un cuento estupendo.

    Un abrazo, y por folclore, que siempre nos puede enseñar.

    ResponderEliminar
  5. A grandes males, grandes remedios.
    Nada mejor que una riada para llevarse los malos momentos.
    Los abuelos siempre nos han enseñado cosas importantes que nos han ayudado en la vida, no cabe duda.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Qué ideón! Vivan los plop defensores! Gracias por esta aportación y un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Me gustó mucho que los plop fueran solidarios con Bernardo. A esos chicos les dieron una buena lección contra el bullying, a saber donde aterrizan riada abajo jajaja.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. me gusta leer algo con final feliz cuando de burlas se trata... la discriminación creo que es uno de los pecados mas grandes humanos... saludos

    ResponderEliminar
  9. Me encanta que la venganza sea terrible. Sobre todo cuando sale de la imaginación y con ayuda mágica
    Saludos

    ResponderEliminar
  10. ¡Qué buen final! Me gustó mucho esa justicia que imparten tus plop.
    Saludos jueveros, Víctor

    ResponderEliminar
  11. Bueno gracias a todos por pasaros y comentar. Siempre hay justicia en el mundo, o por lo menos debería haberla. Un final que se me ocurrió sobre la marcha.
    Saludos

    ResponderEliminar