Convocatoria juevera, esta vez desde el blog de Mónica, Neogeminis.
"Sombra parisina"
Amarrado
en aquel oscuro sótano las venas se me empezaban a hinchar, el
gorgoteo continuo y latente me sacudía desde lo más profundo de mi
ser. Juré que jamás volvería a dejar que mi instinto primario
dominara la situación que me había llevado a encerrarme a cuatro
metros bajo el suelo, donde podía sentir, oler e imaginar la vida
nocturna que fluía cual torrente empuja al río por la senda
correcta. La fuerza animal se abría paso más y más rápido entre
mi delgado cuerpo, llevándome hasta el extremo contrario. Mi cuerpo
se retorcía haciendo crujir mis huesos, haciendo que de mi interior
sonasen alaridos de dolor que retumbaban en las frías y grises
paredes que me mantenían a salvo. Mi mente racional estaba a un paso
de desaparecer, dejando salir a flote mis miedos y los temores que
asolaban en las oscuras calles parisinas. Con ambas manos cogí
primero una cadena y tire con la fuerza de cinco caballos salvajes.
Luego la otra siguió la misma suerte, ¡¡¡libre!!!, ya no se a
quién dejo atrás, ya no se quién era hace unos minutos. Subo las
escaleras que conducen a la libertad, para refugiarme en la oscura
noche, esa que me da poder cada cierto tiempo. Así había empezado a
andar por un París fabuloso, dejándome llevar por los signos de la
noche. Eso que no temen los transeúntes despistados que piensan en
sus cosas, sin saber que mi sombra de funesto y largo linaje los
acecha por los tejados de una ciudad que al alba volverá a estar
teñida de rojo.
Estupendo y mágico andar por ese submundo parisino que ahora se abre más que peligroso para los despistados noctámbulos jejeje. Me alegra que decidieras participar, Víctor. Espero se repita. Un abrazo
ResponderEliminarMe has hecho recordar a los vampiros seres oscuros de la noche...
ResponderEliminarUn buen texto y lo has adaptado perfecto al fragmento.
Un abrazo
Te leo e imagino a tu personaje un vampiro. Mira tú por donde la ciudad Luz cargs sus sombras. Escalofriante. Y muy bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo
Veo que nadie por ahora ha sabido ver que ser es ese del relato jeje
ResponderEliminarPues creo que es el ser interior del propio protagonista que ha bajado a sus profundidades para conseguir ser libre de sus propias cadenas.
ResponderEliminarMe ha recordado a aquella canción de La Unión "El Hombre lobo en París" la luna llena sobre París que convirtió en hombre a Denís.
Un abrazo
Esa canción era una de las que me gustaban mucho de pequeño.....
EliminarUn saludo
hay en todo ser un basta ya ! hasta aquí hemos llegado !!
ResponderEliminarcomo tú narras, es cuando rompes las cadenas, ese que nosotros mismos nos ponemos, cuando la libertad todo lo inunda, por que a veces ella o la esclavitud esta sólo en nuestra mente
Te leo a veces lo mejor son los silencios, cuando comentar sería romper lo que estás haciendo o pensando con boludeces que no vienen al caso Es muy raro el que comenta bien y con ganas
ResponderEliminarsaludos desde el mar de Miami
He pensado en un preso, en un vampiro y en una gárgola, todo sobre el protagonista de tu relato. Parece que París, la ciudad de la luz, oculta muchos misterios y no todos ellos agradables.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una gárgola guauu... Paris da mucho juego, no solo para el amor.
EliminarUn saludo
Produce un desasosiego enorme. Ese pelear por salir de un subterráneo, tal vez de las catacumbas parisinas. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo, y por una tarde de sol, nada de oscuridad :-)
Un subterráneo, como le llaman hoy a los seres distintos a los mundanos.
ResponderEliminarBuen relato.
Saludos.
Me has dejado pensando quién pudiera ser Victor ¿no será un hombre lobo? mira que me he leído tu texto varias veces pero no consigo quién puede ser.
ResponderEliminarMe alegra que hayamos coincidido en París.
Besos.
Alguien que se ha dado cuenta. Así es Maria., había dos claves que lo delataba. El crugir de huesos y las cadenas. Me gustaba mucho la frase, y construí el relato al rededor suyo. Un saludo
EliminarWuuau cuánto me alegra haber acertado jajaja, qué bien.
EliminarUn placer leerte.
Un beso.
Jejeje,,,,,,,,,,yo pensaba que estaba claro por mi descripción, pero bueno, lo divertido también es ver que hay gente que tiene otro ser en la mente.
Eliminarla libertad ante todo!!... y si hubiese participado también hubiese elegido ese fragmento de mi amado Julio... saludos
ResponderEliminarEsa es la palabra, libertad, lo mejor de la vida.
EliminarUn saludo
Nos pusiste en el punto de vista de ese ser misterioso y peligroso.
ResponderEliminarBien contado.
Gracias,,,,,no se si habría luna llena cuando lo escribí jeje
EliminarEs como hombre lobo en París...
ResponderEliminarCada palabra es una sacudida. Has ido despellejando el momento en tanta oscuridad, con esa mezcla de raciocinio y locura, que me has atrapado desde la imagen hasta la última de las letras.
Todos ansiamos la libertad aunque está tenga un alto precio y daños colaterales.
Un beso.
Gracias Mag, todos llevamos un animal dentro, aunque por suerte, no literalmente.
EliminarUn saludo
UN EXCELENTE RELATO QUE ME HA FASCINADO, ME ENCANTA ESE TIPO DE RELATOS, FELICITACIONES
ResponderEliminarMuchas gracias María, me gusta escribir sobre estos temas
EliminarSiempre hay un momento en que rompemos las cadenas y buscamos la libertad aunque sea perdiéndonos entre las sombras...
ResponderEliminarMe da la sensación de que se trata de la transformación de un hombre en lobo...
Me ha gustado.
Un saludo