Sentarse delante de la pantalla pare ver este film, solo puede producir una cosa. Y no es más que "fascinación", un manjar visual que despierta toda nuestra atención. Si no es así, tienes un problema. En 1946 se estrenaba la primera adaptación cinematográfica de este cuento, cuyo primer libro impreso data de 1740. El francés Jean Cocteau, no diré director, pues este coloso es un "artista" en el más amplio sentido de la palabra. Pintor, escritor, diseñador, y por supuesto cineasta. La belleza y sentido del imaginario que impregnaba cada palo del arte en el que su mano se veía inmersa, son de una naturaleza para unos pocos elegidos. Aparte de la historia de amor que nos narra el film, Cocteau añadió una trama paralela. Donde un personaje suspira por el amor de Bella. He intenta matar y robar las riquezas de la Bestia.
Este añadido hace crecer el conjunto final, dotando a la película de otros ricos matices.
Con Josette Day en el papel de Bella, y como Bestia a Jean Marais, ambos conectados por una gran química.
Sin duda esta obra de Cocteau es la mejor de su filmografía.
Supo crear un cuento dentro de una realidad. Pues la alegorías que nos sugiere durante el film se trasladan fácilmente a la misma sociedad. El maquillaje de Jean Marais tardaba cinco horas en ser terminado, siendo una tortura diaria. Una cinta que nos recuerda la fragilidad, crueldad del ser humano. Pero igualmente la belleza que podemos transmitir. Esta grandiosa película se merece un pedacito de historia. Y ser recordada como una obra que va más allá del mero cine.
Puntuación general: 10/10
(Post publicado en Dos formas de arte)
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