BOSQUE EN LLAMAS
La
bicicleta lo dejó tirado en medio del bosque. Sus 11 años eran
todavía un escaso bagaje para demostrar su hombría. El sol ya se
ponía al otro lado de la colina. Recordaba ahora las palabras de su
madre “lleva siempre el fuelle en la bici”. De nada le servía ya
lamentarse. Sus miedos más infantiles salían ya a la superficie.
Cada vez hacía más frío, y la niebla pronto haría acto de
presencia. Las copas de los árboles emitían sonidos extraños, y
sus retorcidas ramas formaban figuras fantasmagóricas en su cerebro.
Todo alrededor se fue oscureciendo tan rápidamente, mientras sus
temores galopaban en pos de la victoria. Se puso los auriculares para
acallar aquellos sonidos que alimentaban su aprensión. Su corazón a
ritmo del compás uno, dos, se fue calmando. Ahora parecía tener el
control de la situación. Todo a su alrededor se fue desvaneciendo.
Entrando en una especie de trance sideral. Sus músculos se
relajaron, su cuerpo calló en un letargo agradable. Tan pronto como
notó que algo le rozaba su mejilla, haciendo saltar su adrenalina
tan rápidamente como un coche de carreras en una curva peligrosa.
Abrió sus ojos como platos, y ante el vio a la señorita Parker.
Unas risas invadieron su entorno. Mientras volvía a la realidad de
la clase b de sexto curso.
Y todo había sido un sueño... ¿o no?
ResponderEliminarTe repito lo mismo que en mi playa, a ver si te animas a participar a algún reto de escritura, estoy segura que sería un honor contar con tus relatos... me gustan.
Un beso.
Creo que queda claro Alma jeje....
EliminarUn saludo
muchas veces se sueña despierto si, muy bueno... saludos
ResponderEliminarEfectivamente...gracias
EliminarUn saludo
Que tal Victor!
ResponderEliminarNo me esperaba ese final. Que lejos queda aquel sexto de EGB...
Saludos y buen finde!
Ya te digo jejeje...
EliminarUn saludo