La música y la arqueología aunque parezcan mundos tan alejados, creo que en muchos aspectos son una misma cosa. Los arqueólogos buscan entre ruinas, removiendo arena y piedra. Y luego estamos los melómanos, que rebuscamos entre plásticos y en muchos casos, también polvo. Así me siento yo cuando descubro ciertas bandas que habitaron en este mundo. Grupos que incluso llegaron a tener sus momentos de gloria, y que la historia en muchos casos con su indiferencia y poca memoria. A sepultado entre tanta basura musical que no sirve ni para reciclar. BADFINGER es uno de esos grupos que cuando entraron en mi vida me proporcionaron unas canciones y melodías que me siguen acompañando. Esta banda galesa publicó en 1972 su tercer trabajo llamado "Straight up". Estamos ante un álbum de una riquísima lírica. Donde las canciones son pequeños oasis donde dejar nuestra mente en blanco. Bajo el sello de los cuatro de Liverpool, Apple. Son considerados como uno de los precursores del power-pop, aunque creo que están más cerca de la música de raíces americana y del pop a secas. Cierto que en algún tema ese estilo que llegaría unos años más tarde se deja intuir. Pero si hay una clara influencia, esa son los Beatles. Las melodías vocales, junto a las estructuras de muchas canciones, son un claro reflejo de aquellos.
El disco fue grabado en los Abbey Road con George Harrison y Todd Rundgren como productores.
La banda venía teniendo éxito con varios singles anteriores. A los que hay que sumar dos en particular para este nuevo disco. "Baby Blue" y "Day after Day". Dos temas maravillosos, que muestran el potencial del grupo. Donde la comercialidad no está reñida con la calidad.
El álbum se abre con un tema más rápido y rockero "Take it all".
Y así durante todo el disco, los temas a cada cual más inspirado, van sucediéndose hasta que al final del mismo, nos quedamos con un sabor tan agradable que pensamos si todo a sido un sueño.
En varios temas pone su guitarra el ex-beatle. Junto a otros colosos como Leon Russell o Klaus Voorman.
Por desgracia los éxitos que venían fabricando no se veía incrementado en sus emolumentos.
Por diferentes problemas con distintas discográficas, la banda siempre pasó penurias durante toda su carrera. Llevándose por delante en dos suicidios, a dos componentes. En 1975 se quitaba la vida en su garage Pete Ham. Y en 1983 se ahorcaba Tom Evans. Eran los dos compositores principales. Una banda que nos dejó este esencial disco, junto a otros no menos interesantes. Creo que bandas como esta se merecen en pleno siglo XXI volver a respirar, como ese buen vino al ser descorchado.
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