15 de septiembre de 2019

THE BOX TOPS:Soul blanco desde Memphis

Antes de nada debo confesar que hubo una época donde apenas conocía a esta banda y que además tenía una idea preconcebida sobre la misma: pensaba que eran una especie de grupo prefabricado, una especie de títeres en manos de unos avezados productores; en definitiva, otros “one hit wonders” (“The letter”). Lógicamente estaba completamente equivocado, aunque me da la sensación después de profundizar en su historia que, por una serie de causas que más adelante intentaré desvelar, no llegaron a explotar todo su potencial creativo.
El hecho es que el grupo comienza su andadura en 1963, llamándose primero Ronnie and the Devilles y más tarde The Devilles, con la habitual entrada y salida de miembros que suele producirse durante su creación, fogueándose en los clubs de Memphis, hasta que saltan a la palestra en 1967 al ganar la batalla semanal del concurso de bandas de dicha ciudad.

La formación (ya consolidada) contaba por esa época con Alex Chilton (vocalista y guitarra), John Evans (guitarra, teclados, coros), Bill Cunningham (bajo, teclados, coros), Gary Talley (guitarra, sitar, bajo, coros) y Danny Smithe (batería); consiguen fichar por el sello Bell Records, grabando en los American Recording Studios de Chips Moman, bajo la producción del prestigioso compositor Dan Penn con el definitivo nombre de The Box Tops, para evitar la confusión con otra banda que actuaba con el nombre de Devilles.
En el estudio, Penn les mostró varios temas escritos por un colega suyo, Wayne Carson Thompson (co-autor del clásico “Always on my mind” de Elvis Presley), entre ellos “The letter”, que había compuesto en un par de horas a partir de una frase que le había escuchado a su padre (“Give me a ticket for an aeroplane…”) y que trataba sobre un chico que recibe una carta de un antiguo amor donde le confiesa los momentos tan especiales que vivió junto a él. Al protagonista le da una especie de “subidón” y sólo piensa en adquirir un billete de avión y reunirse con su amada. 
Todos los detalles de esa composición de apenas dos minutos son perfectos: la inocente letra, la perfecta mezcla de soul y pop que definirá el estilo del grupo, el ritmo pegadizo, los precisos y oscuros arreglos de viento y cuerda y, sobre todo, el vozarrón negroide que se gasta Alex Chilton a sus 16 añitos, en un registro completamente distinto a la fragilidad que mostrará con los futuros Big Star. Por supuesto, el tema se convirtió en un superéxito internacional, alcanzando el número uno en las listas de medio mundo (llegando a vender la friolera de cuatro millones de copias) y convirtiéndose en una canción legendaria desde el momento de su publicación. De hecho, volvería a triunfar en 1970 en la voz de Joe Cocker.  Otro de los temas aportados por Carson es “Neon Rainbow”, un adictivo corte de carácter pop, con una letra psicodélica muy acorde con aquella época, y ambos pasarían a formar parte de un más que notable debut, “The letter/Neon Rainbow”, aparecido a finales de 1967, donde también destacan “Happy times”, una optimista composición soul de Dan Penn y Spooner Oldham (quienes también aportan “Everything I am”, “I’m your puppet” y “I pray for rain”), además de dos versiones de un emergente Bobby Womack (“People make the world” y “Gonna find somebody”), la nostálgica “Trains and boats and planes” del dúo Bacharach/David, la country “Break my mind” de J.D. Loudermilk (versionada en los noventa por The Jayhawks) o una delicada adaptación del superéxito de Procol Harum (“A whiter shade of pale”). 
Sin embargo, los primeros focos de tensión surgen en el seno del grupo cuando la discográfica impone a músicos de sesión (Reggie Young, Tommy Cogbill, Gene Christman, Terry Manning o el propio Bobby Womack) para respaldar a Chilton, en detrimento de la propia banda, aunque éstos habían tocado en “The letter” y en las propias actuaciones en directo.
En 1968 publican otro interesante álbum, “Cry like a baby”, nuevamente bajo la producción de Penn, que compone junto a Oldham el excitante tema homónimo (versionado posteriormente por artistas tan diversos como Hacienda Brothers o Kim Carnes) lanzado como single y sobrepasando el millón de copias, el excepcional “Fields of clover” y otros cortes más que notables (“Everytime” o “727”). Del resto destacan un par de covers del infravalorado Mickey Newbury (“Good morning dear” y “Weeping Analeah”), el inmortal himno de las Supremes (“You keep me hangin’ on”), la extraña “Deep in Kentucky” de Bill Davidson o la emotiva “Lost” de Glen Spreen y Mark James.
Siguiendo el ritmo asfixiante de publicaciones, a mediados de 1968 ve la luz “Nonstop” (un título bastante premonitorio de la velocidad a la que circulaba la carrera del grupo), aunque antes ya se habían bajado del barco tanto Evans como Smythe, que deciden retomar nuevamente los estudios, siendo sustituidos por el bajista Rick Allen (The Gentrys) y el batería Thomas Boggs (Board of Directors
Dicho álbum será la última colaboración con Dan Penn en materia de composición y producción, aunque la máquina siga funcionando a pleno rendimiento. Destacan, en esta ocasión, la bluesy “Choo-choo train”, un inspirado tema del soulman blanco Eddie Hinton (quien también aporta “If I had let you in”), la palpitante ”She shot a hole in my soul”, un par de contribuciones del binomio Oldham/Penn (la conmovedora “People gonna talk” y la gospeliana “I met her in church”) y el nostálgico corte de Wayne Carson Thompson (“Sandman”). Del resto del material, versiones del clásico de Hank Snow (“I’m movin’ on”), de B.B. King (“Rock me”), Randy Newman (“Let me go”) entre otras, y por primera vez, Alex Chilton consigue colar dos composiciones: La funky “I can dig it” y la balada soul “Since I been gone”.
A finales de 1968, tomarán el relevo como productores Tommy Cogbill y Chips Moman y el resultado será “Dimensions” (1969), a la postre el último trabajo de esa primera época. De entre los cortes de este álbum sobresalen el tema que inaugura el mismo, el optimista “Soul Deep” de Wayne Carson Thompson, que será el último gran éxito de la banda, el ritmo juguetón de la popera “Sweet cream ladies, forward march”, tres nuevas aportaciones de Chilton, que se empieza a destapar como un gran compositor (el escalofriante tema soul “Together”, el turbador blues “I must be devil” y un notable corte con sabor country “(The) happy song”) o adaptaciones de Dylan (“I shall be released”) y Neil Diamond (“Ain’t that way”).
Ese mismo año Cunningham abandona el grupo y es sustituido por Harold Cloud. Pero en 1970, tras una fallida gira por Gran Bretaña, y aunque en primera instancia Alex Chilton y Gary Talley pretenden seguir adelante con el grupo, el ritmo frenético de lanzamientos, la falta de libertad en la toma de decisiones y la manipulación que han sufrido desde adolescentes por parte de abogados, managers, promotores, productores o la propia discográfica han provocado un total desencanto y lleva a la disolución del grupo.  No obstante, el sello Bell Records seguirá editando singles hasta 1971 del material que aún conservaban de la banda, aunque con escaso éxito; entre otras, “Turn on a dream”, la agridulce composición de ChiltonI see only sunshine” o la pegadiza “You keep tightening up on me” de Wayne Carson Thompson, que hubiesen merecido mejor suerte.
Sin embargo, por extraño que parezca, como el nombre de Box Tops era una especie de marca registrada perteneciente a una determinada compañía y todavía conservaba cierto prestigio y potencial de ventas, se siguió explotando ocasionalmente (por supuesto sin ningún miembro original) y con la voz de los desconocidos J.J. Breeze o Ron Jordan, publicándose una serie de singles tanto en el sello de Al Green o Ann Peebles, Hi Records (“Sugar Creek Woman” en 1972 y “Hold on girl” en 1973) como en Stax, “Willobee and Dale” (1974), pero todos esos sencillos pasaron con más pena que gloria. La mayoría de los miembros del grupo continuaron involucrados, en mayor o menor medida, en la industria discográfica. El más conocido, Chilton, fundó los malditos Big Star, formó parte de Tav Falco’s Panther Burns, ejerció esporádicamente como productor (The Cramps, The Gories, etc) y mantuvo una irregular carrera en solitario. Gary Talley siguió trabajando como guitarrista de sesión y compositor (Billy Preston, Hank Ballard, Chips Moman, Waylon Jennings, Webb Pierce, Willie Nelson, Tammy Wynette o Sam Moore de Sam & Dave). Y mientras que Bill Cunningham obtuvo una plaza en la prestigiosa orquesta de la Casablanca (Washington DC) tras finalizar sus estudios musicales, John Evans tocó ocasionalmente en diversas bandas de Memphis, mientras trabajaba como lutier, hasta que se centró en el lucrativo negocio de la informática. Por su parte, Danny Smithe también participó en diversas bandas de soul y blues de Memphis en los setenta, se dedicó al negocio del arte en los ochenta y volvió a la música en los noventa.
En 1989 se produjo una reunión con motivo de un concierto en Nashville con Alex Chilton, John Evans, Gary Talley y Harold Cloud, a los que se unió Gene Houston como batería. Sin embargo, es en 1996 cuando se produce la reunificación definitiva de la banda, auspiciada por Bill Cunningham (regresando de paso Smythe a la batería), grabando un nostálgico y quizás innecesario álbum de retorno autoproducido, “Tear off!” (1998) con versiones de Bobby Womack, Eddie Floyd, Willie Dixon, Sam Cooke, The Gentrys, etc y una nueva recreación de “The letter”.
En 2001, participan en un insólito disco recopilatorio titulado “When pigs fly” donde diversos artistas realizaban versiones alejadas a priori de su estilo (por ejemplo, el actor Jackie Chan y la cantautora Ani Difranco interpretaban el “Unforgettable” de Nat King Cole), y donde The Box Tops contribuyen con una curiosa adaptación del “Call me” de BlondieGracias a este comeback, la banda siguió girando ocasionalmente hasta mayo de 2009, fecha en la que participan en un festival en Memphis. En 2010, desgraciadamente fallecía el gran Alex Chilton de un ataque al corazón, con lo que presumiblemente se ponía punto y final a la historia de los Box Tops.
Existe un excelente recopilatorio titulado “Soul deep” (1996), para los que desconozcáis a esta notable banda más allá de su celebérrimo “The letter” y que bien puede funcionar como punto de partida para sumergirse en su más que recomendable discografía.

Artículo escrito por LITTLE BASTARD

4 comentarios:

  1. Que tal Victor!
    Muy interesante y con gran cantidad de información el post. A mi es un tipo de música que me gusta sobre todo para cuando voy al volante. Curioso lo de los 16 años de Alex Chilton, no tenia ni idea...
    Lo dicho, bueno el post.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, la verdad es que se ha lucido mi colaborador, como siempre.

      Eliminar
  2. A pesar de ser fan de Big Star, nunca me he puesto en serio con los Box Tops, cosa que haré tras leer tu interesante artículo. Un grupo que empieza su carrera con una joya como "The Letter" merece toda nuestra atención.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, sin duda es una banda al que hay que prestar mucha más atención

      Eliminar