Una historia familiar bañada en fantasía
El director Mamoru Hosoda es en la actualidad uno de los mejores directores de animación para un servidor. Quizás para mi le falta simplemente hacer una obra redonda en su conjunto, quizás se dispersa un poco de la trama principal y va por caminos de piedras que suelen impregnar sus películas. En su haber cuenta con nuevos clásicos que añadir a la excelente cosecha de la animación asiática. Ahí tiene en su currículum "La chica que saltaba a través del tiempo" (2006), "Summer wars" (2009), "Los niños lobo" (2012) y "El niño y la bestia" (2015). Ahora nos trae esta historia familiar de nombre "Mirai, mi hermana pequeña" (2018). Mirai significa "futuro", que tiene mucha importancia en el desarrollo y por ende en lo que nos cuenta y como lo hace su director. El film contiene un gran aspecto visual siendo tal vez lo mejor para mi (ahí nunca falla estas propuestas) con un diseño de personajes y entorno muy cuidado. Esta película nos cuenta cómo la llegada de un nuevo miembro (Mirai) despierta en Kun (su hermano de 4 años) sentimientos de celos.
El universo de Kun gira en torno a sus padres y al perro de la familia, el elemento x que irrumpe de forma abrupta en su vida le quita protagonismo en su espacio de confort. Kun intentará llamar la atención de sus progenitores de las más variadas maneras. Sus padres también se verán en la tesitura de organizarse en el hogar. Si al cuidado de Kun se ocupó su madre, en esta ocasión el que decide quedarse con la recién llegada es su padre (lo que favorece que puede trabajar desde el hogar).
Mamoru Hosada nos ofrece este film con esa marca de la casa que tan bien sabe hacer, moviendo a los personajes entre la realidad de sus vidas y lo onírico y fantasioso. El pequeño Kun tendrá visiones de su hermana en el futuro (de ahí su nombre) lo que hace que poco a poco comprenda el rol que tiene como hermano mayor. Un ser vivo que forma parte de sus vidas y que hace que la historia fluya narrativa y visualmente es el árbol que se encuentra en la casa de diseño creada por el padre. En medio del hogar en un pequeño jardín interno sobresale majestuosamente sobre el techo. Haciendo de árbol genealógico por el que discurre la película.
Mirai pues es un film que juega con los sentimientos y el crecer personal, lo hace desde la fantasía más pura donde como en otras películas suyas los niños son los protagonistas. La pega quizás es que peca de un poco de sensiblería algo forzada, pero no impide que todo fluya de forma natural en la narración. Un film que se deja ver muy agradablemente para mostrar un historia real como la vida misma con el aliciente de lo fantástico de añadido. La película se estrenó en el pasado festival de Sitges consiguiendo el premio a mejor film de animación. También estuvo como candidata en los recientes Oscar.
Puntuación general: 7/10
(fotos:IMDB. video:decine21)
El director Mamoru Hosoda es en la actualidad uno de los mejores directores de animación para un servidor. Quizás para mi le falta simplemente hacer una obra redonda en su conjunto, quizás se dispersa un poco de la trama principal y va por caminos de piedras que suelen impregnar sus películas. En su haber cuenta con nuevos clásicos que añadir a la excelente cosecha de la animación asiática. Ahí tiene en su currículum "La chica que saltaba a través del tiempo" (2006), "Summer wars" (2009), "Los niños lobo" (2012) y "El niño y la bestia" (2015). Ahora nos trae esta historia familiar de nombre "Mirai, mi hermana pequeña" (2018). Mirai significa "futuro", que tiene mucha importancia en el desarrollo y por ende en lo que nos cuenta y como lo hace su director. El film contiene un gran aspecto visual siendo tal vez lo mejor para mi (ahí nunca falla estas propuestas) con un diseño de personajes y entorno muy cuidado. Esta película nos cuenta cómo la llegada de un nuevo miembro (Mirai) despierta en Kun (su hermano de 4 años) sentimientos de celos.
El universo de Kun gira en torno a sus padres y al perro de la familia, el elemento x que irrumpe de forma abrupta en su vida le quita protagonismo en su espacio de confort. Kun intentará llamar la atención de sus progenitores de las más variadas maneras. Sus padres también se verán en la tesitura de organizarse en el hogar. Si al cuidado de Kun se ocupó su madre, en esta ocasión el que decide quedarse con la recién llegada es su padre (lo que favorece que puede trabajar desde el hogar).
Mamoru Hosada nos ofrece este film con esa marca de la casa que tan bien sabe hacer, moviendo a los personajes entre la realidad de sus vidas y lo onírico y fantasioso. El pequeño Kun tendrá visiones de su hermana en el futuro (de ahí su nombre) lo que hace que poco a poco comprenda el rol que tiene como hermano mayor. Un ser vivo que forma parte de sus vidas y que hace que la historia fluya narrativa y visualmente es el árbol que se encuentra en la casa de diseño creada por el padre. En medio del hogar en un pequeño jardín interno sobresale majestuosamente sobre el techo. Haciendo de árbol genealógico por el que discurre la película.
Mirai pues es un film que juega con los sentimientos y el crecer personal, lo hace desde la fantasía más pura donde como en otras películas suyas los niños son los protagonistas. La pega quizás es que peca de un poco de sensiblería algo forzada, pero no impide que todo fluya de forma natural en la narración. Un film que se deja ver muy agradablemente para mostrar un historia real como la vida misma con el aliciente de lo fantástico de añadido. La película se estrenó en el pasado festival de Sitges consiguiendo el premio a mejor film de animación. También estuvo como candidata en los recientes Oscar.
Puntuación general: 7/10
(fotos:IMDB. video:decine21)
todas las películas que vengan de oriente con este estilo hay que verlas! jaja... son hermosas en su gran mayoría y me estaré poniendo viejo pero me gusta ese exceso de sentimentalismo que tienen en general...
ResponderEliminarla voy a tener en cuenta, saludos!!
Pues si, desde luego esta animación nipona es una gozada. Espero que te guste esta peli, aunque provoque caries jeje.
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