18 de marzo de 2019

CON LA MUERTE EN LOS TALONES (1959)

En pocos meses asistiremos al 60 aniversario de para mi la película más completa de Alfred Hitchcock. Mi debilidad personal es su primera obra  que rodó en suelo americano "Rebeca" (1940), pero el film del que hoy quiero hablar reúne todas las artes, géneros y demás universo que su director ha hecho. El autor de guión tan preciso fue Ernest Lehman, un tipo no muy conocido entre el gran público pero que en su haber tiene también los guiones de "Sabrina" (1954), "Marcado por el odio" (1956), "West side story" (1961) o "¿Quién teme a Virgina Wolf" (1961). Este guión fue llevado a cabo sobre una historia que tenía Alfred Hitchcock entre manos, aunque ambos fueron propuestos para adaptar un libro de nombre "The Wreck of the Mary Deare" del escritor Hammond Innes. Al final sin que se enteraran los de la Metro (Hitchcock trabajaba para la Paramount) que le habían propuesto el libro que contaba la historia de un barco a la deriva que es encontrado, en el cual solo tiene a su capitán como superviviente. Fue interpretado por Gary Cooper y la cual recomiendo de paso bajo el nombre "Misterio en el barco perdido" (1959). Así a escondidas parieron el guión de "Con la muerte en los talones", uno de esos guiones tan bien elaborados y precisos que se ve perfectamente en la pantalla la maestría con que es contado. 
Como protagonista absoluto del film el director contó con el ya veterano en aquel tiempo Cary Grant. Esta era la cuarta colaboración ya entre ambos (Sospecha (1941), Encadenados (1946), Atrapa a un ladrón (1955). Cary Grant era el tipo adecuado para hacer el papel de Roger Thornhill, un publicista que ve como es confundido con otro hombre. Es secuestrado por una organización que lo confunde con un espía del gobierno de nombre George Kaplan. A partir de aquí vivirá una aventura para escapar de ellos y encima probar que no ha cometido un asesinato que sucede entre medias. Para conformar el elenco que da vida a esta historia se contó con Eva Marie Saint (Eve Kendall), James Mason (Phillip Vandamm), Jessie Royce Landis (Clara Thornhill, que hace de madre de Cary Grant y que en la realidad solo era ocho años mayor que él) y Martin Landau (Leonard) en los principales papeles. En medio del rodaje Cary Grant se sentía perdido pues no sabía muy bien lo que estaba rodando y le preguntó al director por ello, a lo que Hitchcock le dijo que eso era lo que buscaba en el, que su personaje no supiera su destino final. Hitchcock reúne en este film lo que tanto le gusta, el protagonista se ve envuelto en un caso de confusión de identidad, puesto en manos de un hombre corriente. Otro aspecto es el de falso culpable perseguido y acosado, donde debe demostrar que es inocente a todos los efectos. 
Como también es necesario el humor, ese irónico y de corte elegante, el sexo camuflado en escenas y frases ingeniosas, sin olvidar el objeto puesto como Macguffin en toda película de su director. En esta ocasión no es algo visible sino toda una organización como es el gobierno. Lo extraordinario de este film es que está concebido como una gincana que nuestro héroe de a pie debe superar para demostrar su inocencia. El film está lleno de escenas memorables, y sin duda una de las más recordadas es la que comparte escena con Eva Marie Saint en el comedor del tren. Su química es brutal con un duelo de diálogos lascivos enmascarados bajo sutiles insinuaciones. 
"Con la muerte en los talones" es ante todo un thriller de acción que juega con otros géneros para engrandecer su propuesta. Los planos son de los que se recuerda para toda la vida, al igual que la estupenda fotografía que corrió a cargo de Robert Burks que ya había trabajo con Hitchcock en "Extraños en un tren" (1951), "Yo confieso" (1953), "Crimen perfecto" (1954), "Atrapa a un ladrón" (1955), "El hombre que sabía demasiado" (1956) y "Vértigo" (1958). Por lo tanto un hombre de confianza que desde luego sabe perfectamente sacar lo mejor de si mismo y ponerlo al servicio del director inglés. Algo indiscutible es la capacidad de realizar un film tan cautivador como imperecedero, estructurando el relato por fases bien diferenciadas que se unen al final como un puzzle. Y qué decir de esos casi ocho minutos sin diálogos donde nuestro héroe es perseguido por una avioneta en pleno campo abierto. Hitchcock no deja una secuencia que forma parte de la historia del séptimo arte, con una tensión majestuosa que va in crescendo desde que nos situamos junto a Cary Grant en esa parada de autobús.
La diferencia para mi con el resto de la obra de Alfred Hitchcock es que supo realizar una película que dar al público (el siempre pensaba en nosotros) una historia que no busca recovecos y caminos extraños. Deja atrás personajes culpables de sus propios actos para entregar un personaje limpio de remordimientos, que se siente fuerte de sí mismo y no duda en demostrarlo para limpiar su nombre frente a los demás. Cary Grant y su personaje empatiza con el espectador desde el primer momento con ese humor burlón pero cercano.
Remata la película otra de esas escenas míticas que nos lleva hasta el monte Rushmore situada en Dakota del Sur. Esta vez por no conseguir el permiso se rodó en el estudio donde se montó una réplica de dicho monumento. Siendo sin duda una de esas secuencias inolvidables que legó a la historia del cine. Ahora, 60 años después su propuesta sigue siendo una viaje fantástico que el espectador puede seguir disfrutando sin que el paso del tiempo le haya afectado todo lo que Hitchcock nos propuso en su momento. Destacar como no esa cabecera preciosa en los títulos de crédito y la música de Bernard Herrmann dan el toque final a una obra de puro entretenimiento donde sobresale ante todo un guión de cirujano.

Puntuación general: 10/10

(fotos:IMDB. video:Warner Bros)
 

6 comentarios:

  1. me hacés dar culpa por no haber visto nada de Hitchcock con atención... tengo que remediar eso y mi favorita era Vértigo para eso pero bueno, ahora me hacés dudar con ver ésta primero.... abrazo!!

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    1. Que no ha visto ninguna peli suya,,,eso es pecado jeje. Yo me quedo con esta antes que con Vértigo. La cual necesita más de un visionado para sacar todas las conclusiones. ya me contará si ve alguna.

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  2. La verdad es que muchos años que no la reviso, y no la tengo nada fresca, pero quién puede olvidarse de las escenas en el monte Rushmore o cuando una avioneta persigue a Cary Grant. Historia viva del cine. Posiblemente la mejor película de Hitchcock junto a 'Vértigo'...

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    1. Pues va siendo hora de que la revise. Yo me quedo con Rebeca de su filmografía. Vértigo con el tiempo ha ido subiendo en mi ranking.

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  3. Muy buen artículo de una película trepidante del maestro que en esa época tenía una actividad frenética, prácticamente un filme al año y yo tampoco veo a otro actor que no sea Cary Grant como protagonista

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    1. Ya te digo, tenía un ojo increíble para buscar novelas y adaptarlas de una forma apabullante. Desde luego yo tampoco veo a otro en ese papel.

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