15 de marzo de 2019

LA MUJER DE LA MONTAÑA (2018)

Hay que reconocer que el cine islandés es un tanto peculiar. Suelen abordar sus películas con un humor muy particular, intentado por ejemplo que sus dramas no sean típicos y comunes. Recuerdo una obra maravillosa llamada "Rams" (2015) o esa otra de nombre "Buenos vecinos" (2017). Ahora nos ha llegado esta película desde esa remota región con el nombre de "La mujer de la montaña" (2018). Dirigida por Benedikt Erlingsson, del cual recomiendo su film de debut "De caballos y hombres" (2013). Un director que muestra una enorme sensibilidad para contar la relación entre el hombre y el espacio que lo rodea, en este caso la naturaleza. Esta es una coproducción entre Islandia, Francia y Ucrania, pero rodada y con actores islandeses. 
Una historia de amor por la naturaleza
El guión nos cuenta cómo una mujer boicotea la red eléctrica de Islandia y lucha contra las siderúrgicas para conseguir un país más limpio. Luchando contra un gobierno que va destruyendo su entorno. Todo esto lo hace esta mujer de nombre Halla (la actriz Halldóra Geirharosdóttir) que de día es una profesora de canto. En su lucha cuenta con la colaboración de un pastor y con la complicidad de un dirigente del propio gobierno. 
La sensibilidad de la propuesta por su aspecto por el amor a la naturaleza ofrece un relato a caballo entre el drama y la comedia con ese humor fino y singular que roza también el absurdo. A ello se le suma el intento de adopción de la protagonista, que particularmente creo es un pequeño lastre en el desarrollo de la historia central. "La mujer de la montaña" juega con la complicidad del espectador hacia la persona de Halla, empatizando con su causa aunque tal vez no con su modo de llevarla a cabo. Interesante también que ella hace doble papel al tener una hermana gemela que da juego a la historia.
El toque más estrambótico del film lo pone la música, no por la que se utiliza, pero sí porque a lo largo de la proyección vemos como aparecen en muchas escenas tocando de fondo, mientras en primer plano se nos muestra las secuencias. En definitiva estamos ante una película que denuncia una situación que no solo afecta a Islandia, está pasando en muchas partes del mundo. Lo hace con humor desde la seriedad del asunto, con una actriz que hace un gran trabajo en su papel. Pero que el problema que arrastra la película es que se muestra predecible en su final, junto esa trama más humana que no la veía necesaria en ningún caso. No molesta la verdad pero se hace trivial y plana. Con todo si disfrutáis con un cine menos convencional y que siempre aporta una visión menos popular bien merece acercarse a ella. La actriz fue premiada con la Seminci en el festival de Valladolid. Y en Sevilla se llevó el galardón a mejor película otorgada por el público.

Puntuación general: 6.5/10

(fotos:IMDB. video:Avalon)

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