Para entrar a vivir, es una película que reúne en su escaso metraje, comedia, suspense y una pizca de terror. Quién dirige ese film son dos directores, Pablo Aragües, quien ya lleva algunos cortos y films a sus espaldas, (Novatos, 2015) y Marta Cabrera, que debuta en estas lides. Para la ocasión y como pareja protagonista, la historia cuenta con las actuaciones de Bárbara Goenaga (Los Cronocrímenes, 2007) y Gorka Otxoa (Vaya semanita, serie tv, 2003-). Junto a ellos la veterana Luisa Gavasa (El crack cero, 2019) y Kira Miró (La que se avecina, serie tv, 2007-). El film trata sobre una joven pareja que parece haber encontrado la casa de sus sueños. La película se estrena en salas este próximo 4 de noviembre.
El tenerlo todo no siempre es una buena idea
Tenemos a la vista una nueva película que se adentra en el problema de la búsqueda de vivienda. Es verdad que en este caso eso es solo una excusa, para que la trama arranque por otro lado. Para entrar a vivir (curioso que pongan este título, pues ya hay una cinta para televisión del 2006, dentro de las Películas para no dormir). Y ese otro lado es el suspense, pues una pareja que anda buscando su primera vivienda, da con una propiedad fantástica. Extrañados por el bajo precio, la mujer de la inmobiliaria les comenta el porqué de ese bajo coste. Haciendo caso omiso al hecho en sí, la nueva pareja disfrutará de las comodidades que le proporciona su nuevo hogar, entre ellos que cualquier cosa que pidan se les concede. Con esta premisa en puertas, el film en clave de comedia esconde la codicia y la avaricia que el tenerlo todo puede influir en las personas. Así la cinta a través de diferentes momentos vemos como los individuos en sí, pueden tener o darse cuenta de sus propias actitudes ante hechos insólitos que pasan a su alrededor.
El problema de la vivienda en este país.
Para entrar a vivir, es de esas cintas españolas que han tenido como referencia la problemática de la adquisición de una vivienda. Es verdad que en este caso eso se deja de lado pera centrarse en otras cosas, pero quisiera aprovechar para hacer un repaso por algunas otras películas que me vienen a la memoria. Como gran referencia tenemos El Pisisto (1958), una sí no tal vez la mejor sobre este tema. Dirigida por Marco Ferreri y Isidoro M. Ferry, con el talento descomunal de Jose Luis López Vázquez y Mary Carrillo en sus papeles principales. Todo ello con el guion del gran Rafael Azcona y el propio Ferreri. Otra a destacar es sin duda El verdugo (1963), dirigida por Luis García Berlanga (y para el que escribe, su película española favorita). En esta se unen tanto la intentona de encontrar un piso, como el tema laboral. Con los actores Nino Manfredi, Emma Penella, José Luis López Vázquez y el siempre genial Pepe Isbert. Ya por último una más actual como es Cinco metros cuadrados (2011). Esta gran película la dirige Max Lemcke, donde en esta ocasión se trata también el tema de la especulación inmobiliaria. Los actores principales son Fernando Tejero y Malena Alterio. Quedan algunas más que yo recuerde en el tintero, pero estas son para mí una grandes películas que merecen ser vistas y tampoco quiero extenderme demasiado.
Casi todo aciertos para esta historia en tono de comedia
La película que nos ocupa, cuenta con varios puntos interesantes. Por un lado el tratar un tema como el suspense y el toque de terror desde un punto cómico. Esto hace que Para entrar a vivir, sea de fácil digestión, más teniendo en cuenta que la película no llega ni a la hora y cuarto. Por otro lado la química entre sus actores es brutal. La pareja se sustenta en un tira y afloja mientras en la casa se van sucediendo los acontecimientos inexplicables. Los directores por su parte despojan al film de artificios, centrando la trama en como reaccionan sus inquilinos ante el hecho de tener todo aquello que se les antoje. La película es casi minimalista en este sentido, todo está diseñado al mínimo, donde la fotografía ayuda con la claridad de espacios luminosos y claros. Al final lo que nos queda es un film que sabe como mezclar los géneros sin caer en estridencias. Es verdad que un poco más de profundidad en el planteamiento creo que le habría sentado mejor, por lo que al final da la sensación de ser demasiado simple.
Conclusión de Para entrar a vivir
Solo una líneas finales para dejar mi punto de vista. Para entrar a vivir es una película que puede gustar al público en general. Es amable y complaciente, incluso original diría yo en algún aspecto. El problema es que su escaso metraje puede que más de uno se piense ir al cine a verla. Yo animo a que vayan, sale uno con la sensación de haberlo pasado bien. Es un film pequeñito, que solo quiere ofrecer pasar un buen rato, mirar con ojos intrigados cómo los protagonistas lidian con la posibilidad de querer tenerlo todo, o por otra parte saber que algo raro podría haber en ello. Por suerte, nosotros no decidimos, aunque para que negarlo, ya quisiéramos estar en su pellejo (o tal vez no).
La experiencia en ficciones hace desconfiar de algo que concede deseos. Como en el cuento La pata del mono, que los personajes tal vez hayan leído.
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