La sociedad y sus sucios vicios son rentables
Hoy abrimos sección dentro del Suplemento dominical como es "Rescate cinéfilo". Cintas de esas olvidadas o raras, series b y demás submundo, espero que os parezca interesante esta propuesta. Me encanta que el cine en otros tiempos nos dejara películas como esta que traigo hoy, cintas donde no había cortapisas ni había nadie que censurara un tipo de comedia ácida y negra. Films que tambien es cierto eran muy independientes y su bajo presupuesto se apartaba de los grandes focos, teniendo más libertad. La cinta de la que vamos o voy a hablar es "¿Y si nos comemos a Raúl?", tiene su gérmen en el empeño que puso su director y también actor principal Paul Bartel, (cara conocida en muchas producciones independientes). La película se la ofreció para que la produjera Roger Corman, pero este nunca se atrevió con ella (no se el motivo, pero raro es que no quisiera hacerla). Así que tuvo que buscarse la vida para llevarla a cabo, al final sus padres vendieron su casa y con eso le costearon el proyecto. Paul Bartel es un tipo muy curioso (pero lo dejo aquí, pues quiero dedicarle un post a su figura). Y de que va este film, pues de un matrimonio que su sueño es abrir un restaurante. Por accidente matan a un hombre, al comprobar que de esta forma podían sacar dinero fácil, su atractiva mujer (intenpretada por la genial Mary Wonorov) pone como gancho su cuerpo para sacar el dinero que necesitan, siendo su marido el encargado de matarlos antes de que se propasen con su amada esposa
La cinta es puro género de comedia negra, que no se pone de parte de nadie en cuanto a moralidad se refiere. Tenemos al matrimonio de clase media trabajadora, gente de clase baja y tipos de clase alta. Cada cual con sus deficiencias y manías, que dan lustre y cuerpo a lo que nos cuenta la trama. Al fin y al cabo la doble moralidad entra en escena pues se supone que este matrimonio está limpiando al mundo de tipos depravados y salidos. Justificando así los actos delictivos que realizan en su propio beneficio.
Junto a la pareja protagonista tenemos también como secundario a otra cara conocida como es el actor Robert Beltran, que es el otro plato perfecto con el que cuenta "¿Y si nos comemos a Raúl?". Con escenas mordaces, diálogos entre surrealistas y llenos de mala baba, pero directos y de pueblo a pié de calle, la película en ningún momento decae. La crítica a la sociedad es la base de toda la trama, las apariencias y lo que realmente puede esconder la gente de puertas para dentro. Con apenas 350.000 dólares de presupuesto, al final consiguió hacer un poco más del millón de dólares, siendo un rotundo éxito. Esta es una película que gustará a los que disfruten del estilo de cine John Waters (pero de su segunda etapa, con títulos como Polyester (1981) o Los asesinatos de Mamá (1994). En el año 1992 se llevó a cabo un musical fuera de los grandes circuitos basado en la película. Lo dicho, una comedia negrísima muy divertida, alocada y llena de mala baba.
A favor: su libertad creativa, sus actores y su crítica ácida
En contra: pues nada, es lo que es y consigue ser lo que quiere
Puntuación general: 7/10
Era toda una película para ser producida por Roger Corman.
ResponderEliminarLe salió bien el arriesgarse.
Saludos.
Que tal Victor!
ResponderEliminarPues la verdad no sabia de ella, anotada y localizada.
Saludos!
No había escuchado sobre ella, por la pregunta sobre Raúl es como que inquietante.
ResponderEliminarUn abrazo