SUPLEMENTO DOMINICAL: UN RECORRIDO POR LA BLAXPLOITATION

Soy de los que se preparan ciclos temáticos cinematográficos para disfrutar durante una semana, una especie de mini-festival casero por los que recorrer la basta filmografía existente. Hoy quería hablar un poco de aquel movimiento de principios de los años 70 que se conoció como Blaxploitation. Cine realizado por la comunidad negra enfocado a los de su raza. Los orígenes no nacen ahí, ya hubo un movimiento parecido aunque mucho menor en la década de los 30. Estos inicios consistían en rodar películas ya realizadas por blancos, con actores de color y fuera del ámbito comercial. Algunos títulos eran producidos por compañías blancas, pero siempre alejada de las grandes productoras. Este periodo duró más o menos hasta el inicio de los años 50. Algunos títulos fueron Within our gates (1920), The Emperor Jones (1933) o Go down death! (1944). Saltamos en el tiempo y nos situamos ya en la explosión cultural que vivió en género de explotación a comienzos de la década de los 70. Hay por ahí gente que dice que todo comienza con el film 100 rifles (1969), con Jim Brown junto a Raquel Welch y Burt Reynolds, aunque como todo en este de las películas y subdivisiones, afirmar que es el inicio como tal dejan algunas dudas. 

En lo que casi todo el mundo está de acuerdo es que es con "Cotton comes to Harlem" (Algodón en Harlem 1970) se abre la veda de producciones a cascoporro. La temática de estas películas eran casi siempre las mismas, cine policíaco donde las drogas, la prostitución, derechos civiles eran el leitmotiv principal. Acción y mucha chulería eran sus protagonistas, destacando que no solo el protagonismo masculino era el macho alfa de sus producciones. La mujer en muchas ocasiones eran las dominantes, ellas cortaban el bacalao y zurraban o seducían según la ocasión lo requiriera. Tras este primer film de importancia que prendió la mecha, fueron llegando películas como churros, las más destacadas serían "Shaft" (1971), "Sweet Sweetback´s Baadasssss song"(1971), "Superfly" (1972), "The Harder they come" (1972) esta película de producción jamaicana con el cantante Jimmy Cliff. "El Padrino de Harlem" (1973), "The Mack" (1973), "Cleopatra Jones" (1973), "Coffy" (1973), "Foxy Brown" (1974). 

A raíz de estas películas nacieron crecieron sus estrellas que daban vida los personajes que fueron creando. Actores y actrices como Jim Brown ya comentado más atrás, Fred Williamson, Jim Kelly, Richard Roundtree, Melvin Van Peebles,  incluso cantantes como Isaac Hayes tuvieron su importancia. Mujeres fuertes como Pam Grier y Tamara Dobson rivalizaban con los machos alfas como protagonistas de las películas. Pero la Blaxploitation también vio como crecía subgéneros a su propia sombra. Films de terror como "Blacula" (1972) y "Blackenstein" (1973). Temática carcelaria con mucho destape como "Black mama, white mama" (1973) o "Cárcel de mujeres" (1971) y hasta peplums "The Arena:Naked warriors" (1974). A todo esto se le suma las clásicas segundas o terceras partes (según el éxito de sus predecesoras), ahí están "Grita Blacula Grita, II" (1973), "Cleopatra Jones y el casino de oro" (1975) o "Harlem sangriento" (1973). 

A la suma de acción, sexo, violencia, derechos civiles, drogas y demás problemas que eran el fuerte de estas producciones, y que denunciaban en sus películas, el otro factor muy importante y que en algunos casos eran mejor que esos films, o por lo menos eran por lo que llamaba la atención de sus seguidores, son las bandas sonoras que habían a su alrededor. El funk era la palabra clave, que se mezclaba con el soul para ofrecer canciones que acompañaban a las imágenes y secuencias de las películas. La banda sonora de "Shaft" es más popular que el propio film, interpretado por Isaac Hayes. El padrino (James Brown) contribuía con dos discos en sendas películas "Black Caesar" (El padrino de Harlem) y "Slaughter´s big rip-of" (1973). Otro grande como Curtis Mayflied hacía lo propio con tal vez el disco más conocido de estas películas, "Superfly", una de esas bandas sonoras que son derecho propio de la música en general.

Para ir concluyendo, estamos ante un período maravilloso del séptimo arte, no tal vez ante la calidad de las películas (con algunas claras excepciones), pues no pasan de ser series B de ajustados presupuestos, pero en muchas ocasiones con un gran tirón en la taquilla. Sí ante un movimiento creado para dar voz y visibilidad al pueblo afroamericano en la industria del cine (aunque ya Sidney Poitier) había abierto un poco el camino, aunque en películas de gente blanca para un público amplio. Algunos títulos han pasado a la historia del cine como claros ejemplos de un movimiento que ha creado escuela en posteriores directores, que a cuenta gotas han ido revitalizando para que este género siga perdurando en la mente de la gente. No hay nada como hacer un festival en casa donde sumergirse en su mundo y pinchar algunos de sus discos, una fascinante época con todo el glamour y colorido que supieron crear.

(video creado por mi para la ocasión)