El
30 de mayo de 2018, casi dos años atrás, se estrenaba “El
Lobista”, una
serie de televisión que, por su brevedad, podría considerarse
‘miniserie’. Ésta, que fue una co-producción entre Pol-ka, muy
conocida sociedad argentina creadora de muchísimos éxitos
televisivos, y nada más ni nada menos que Turner, la compañía
americana que opera los canales de la Warner Media; debutó y se transmitió simultáneamente sea en Canal 13 (Argentina) y la cadena
estadounidense TNT. La
idea de esta historia fue de Adrián Suar y el ya conocido Patricio
Vega, uno de los guionistas de “Los Simuladores”, la que tal vez
fuera la serie con la trama más sólida hecha en argentina. Para la
dirección han elegido a otro grande, Daniel Barone, con una lista
bastante amplia de excelentes trabajos.
La
historia en sí es bastante “simple”...
Matías
Franco, el
personaje principal y que da nombre a la serie, está protagonizado
por un muy efectivo y profesional Rodrigo
de la Serna,
conocido aquí en Europa por ser el co-protagonista en “Diarios
de motocicleta”
y su personaje de “Palermo”
en las tercera y cuarta temporada de “La
casa de papel”.
Sin embargo, Matías no es el ‘clásico’ personaje, es lo más
parecido a un antihéroe que podamos encontrar. Él posee un
excelente olfato para los negocios y una habilidad, al cuanto menos
cuestionable, para que sus ‘gestiones’ tengan un impune éxito.
Pero ya en el primero de sus doce episodios se plantearán todas las
cuestiones y se conocerán todos los demás personajes. Matías
tendrá la (¿mala?) suerte de cruzar su camino de intereses con
Elián Rojas Ospina
(un sólido y perfecto Darío Grandinetti), líder
de la Iglesia de la
Sagrada Revelación,
una oscura secta con aires de comunidad que usa el personaje para
lavar dinero proveniente de transacciones ilícitas. Como era obvio,
Matías no es el único “tiburón” en este pequeño mar; tendrá
una digna rival con la que estará constantemente en competición,
Natalia Ocampo;
que no es otra que Leticia
Bredice (en lo
personal, sus aires de diva americana ya no me resultan ni atractivos
ni convincentes, son predecibles y siempre iguales... una lástima).
Pero,
por primera vez, detrás de los pasos de Matías y sus turbios
negocios, estará la justicia o, mejor dicho, un fiscal: Alberto
Ajaka se meterá en
la piel de Manuel
Quinteros, que
cualquier argentino –o quien conozca muy bien su idiosincrasia-
reconocerá al típico tipo que se la juega por lo que cree pero con
esa pizca de picardía y esa “pinta
de chanta”. En
toda esta sucesión de hechos que cada vez resultan más complicados,
conoce a la persona que le dará la calma y, tal vez, el deseo de
cambiar, Lourdes
Inzillo,
protagonizada por una prometedora Julieta
Nair Calvo. Creo
que la serie siguió la moda de los últimos años donde los
protagonistas masculinos son personajes que podríamos llamar
peligrosos y desaconsejables. Pero en ésta hay sobre todo un
detalle que considero el principal problema: ninguno de los
personajes principales (el de Julieta Nair Calvo no tuvo la
importancia necesaria para considerarlo así), resulta
suficientemente agradable para despertar la simpatía del espectador.
Sin olvidarnos que muchas, sino todas, las subtramas de la serie
quedan sin concluir, sin resolución y también muchos de los
personajes se disuelven en una nube. De
todos modos, no dejes de darle una oportunidad a estos doce
episodios, a este Lobista.
Artículo escrito por Alma Baires
No te voy a engañar, no conocía esta serie, con todo, si la encuentro le daré una oportunidad, aunque no la has dejado 100% bien
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