EL COLOSO DE NUEVA YORK (1958)

¿Puede el hombre crear lo que quiera, sin pagar por ello?

Si hay una década para mi dentro de la ciencia ficción que está por encima del resto esa es sin duda la de los años 50. Y que la alargaría casi hasta la mitad de los 60. En esa década que vió nacer a Elvis nacieron algunas de las más grandes películas. Con temática diversas, tanto la paranoia de las guerras nucleares, la proliferación de film con bichos gigantes, extraterrestres en busca de colonizarnos y otros que venían a advertirnos. Hoy rescato una película tal vez poco recordada y más aún reconocida como entre las mejores. "El coloso de Nueva York" es una cinta dirigida por Eugéne Leurié. Este director francés versó las artes de director artístico, diseñador de arte y claro está director de cine. A parte de actor y guionista, fue también colaborador de Jean Renoir. Venía de realizar varios años antes una de las más populares cintas del género, como fue El monstruo de los tiempos remotos (1953). La cinta la produce William Alland, cerebro que está detrás de clásicos como This island earth (1955), La mujer y el monstruo (Creature from the black lagoon 1954) o la propia El monstruo de los tiempos remotos (1953). Entrando ya en la película que nos ocupa, un joven científico que acaba de recibir el premio nobel es atropellado falleciendo. Su padre un famoso neurocirujano se niega a ver como ese cerebro privilegiado de su hijo es sepultado para siempre, por lo que se propone crear un cuerpo para depositarlo y que siga haciendo el bien a la humanidad.

Estamos claramente con una variante de Frankenstein (1931), incluyendo al mad doctor en la ecuación, aunque esta vez en pos de las buenas intenciones y no privar al mundo del genio de su hijo. Lo que hace esta película más que interesante no es solo el hecho de que en general es una película que merece ser vista, sino lo oscura que es para el género que toca. Los actores que tenemos aquí son John Baragrey, Mala Powers, Otto Kruger, Robert Hutton, Ross Martin y el niño Charles Herbert (muy famoso en los 50 por salir en La dimensión desconocida, La mosca (1958) o 13 Fantasmas (1960). Y que todo sea dicho cae bastante mal allá donde sale, o tal vez es cosa mía. 

La relación que sostiene padre he hijo en la película es bastante problemática, más cuando viendo su nuevo yo, el monstruo se debate entre si sería mejor no haberle devuelto a la vida. La narración de los acontecimientos fluye bastante bien, con un ritmo adecuado. La carga emocional del personaje metálico es el punto donde gira la trama, en una mirada casi existencialista de lo bueno y lo malo. Como muchas de estas películas casi siempre termina con la moraleja que suelta como frase final, que cada cual tiene que tomar según sus ideas, aunque hay que ponerse en el contexto del año y la sociedad de la época. El diseño del monstruo mecánico es algo tosco (lo que no han disimulado es su cierto toque con Frankenstein). Por lo general "El coloso de Nueva York" es una propuesta muy interesante, que mantiene el interés  en todo momento, los actores cumplen bastante bien en sus papeles por encima de estas clases de producciones. Y poco más que decir, si os gusta el género de la ciencia ficción de la época, creo que la encontraréis casi a la altura de algunas con más renombre.

Puntuación general: 7/10