“Mejorando
con los años como el buen vino” es la expresión que me ha venido
a la mente tras escuchar, después de muchos años sin hacerlo, el
álbum que los Arc Angels publicaron en 1992. Si en aquella época me
pareció simplemente un buen disco (ese año competía con rivales
excesivamente duros), ahora se revela como un trabajo excelente e
infravalorado, un disco de rock crudo e intenso, con cierto toque
comercial, impregnado de blues tejano y del espíritu de Stevie Ray
Vaughan, además de la sensacional y robusta producción de Little
Steven.
La
historia de esta especie de “supergrupo” comienza en Austin a
principios de los noventa, cuando coinciden en los locales de ensayo
Austin Rehearsal Complex (de ahí el ARC añadido al nombre), Charlie
Sexton (antiguo guitarrista prodigio y compositor del hit de los
ochenta “Beat’s so lonely”) que prepara un nuevo álbum, Doyle
Bramhall II (hijo del legendario batería de idéntico nombre) que
trabaja para Geffen Records y Chris Layton (batería de los Double
Trouble de Stevie Ray Vaughan) que ensaya ocasionalmente en una sala
que tiene alquilada. A ellos se unirá Tommy Shannon, bajista y
compañero inseparable de Layton. Todos ellos tienen un nexo en
común: Su vinculación con el genial guitarrista tejano, cuyo
fallecimiento todavía resultaba dolorosamente reciente.
Lo
que empieza como un mero divertimento, sin ninguna intención de
grabar, se acaba convirtiendo, tras telonear a Robert Cray, en un
desafío por crear música juntos. Y tanto para Chris como para
Tommy, la grabación del álbum servirá de catarsis después de la
desgarradora pérdida de su amigo y compañero de fatigas.
De
la química resultante entre la combinación de dos guitarristas
incendiarios y una de las mejores secciones rítmicas del planeta
surgirá el álbum homónimo “Arc Angels” (Geffen 1992), un
trabajo que combina con toda naturalidad, blues, rock, soul y funk y
donde Charlie y Doyle, compositores de todos los temas, se alternan a
las voces o las entrelazan al más puro estilo ZZ Top. Si bien es
cierto que se intuye muy buen feeling entre los dos músicos, la
realidad es que apenas colaboran componiendo juntos, salvo en dos
temas, “Spanish moon” y “Living in a dream”.
Y
es este último, el que da comienzo de manera poderosa al disco. Un
tema en su concepción casi hard-rockero y el más cercano a la
recreación del sonido de Stevie Ray Vaughan. Le sigue “Paradise
Cafe”, una mezcla imposible entre los Faces y Lynyrd Skynyrd, que
debería haber arrasado en las listas de medio mundo con un
estribillo tan irresistible. “Sent by angels” es el emotivo
homenaje impregnado de soul al guitarrista fallecido, mientras que
“Sweet Nadine” es una inspirada composición de rock americano a
cargo de Sexton, finalizando la primera cara con dos canciones de
Bramhall: la adictiva y funky “Good time” y la conmovedora y
bluesera “See what tomorrow brings”.
La
segunda cara se abre con dos cortes de Charlie Sexton, la rockera y
enérgica, “Always believed in you” y la ensoñadora y
sentimental “The famous Jane”, seguido de uno de los momentos
álgidos del álbum, “Spanish moon”, otro escalofriante blues
donde se comprueba la increíble química entre los dos líderes del
grupo. A continuación, un bello medio tiempo de Bramhall, “Carry
me on”, para finalizar el trabajo con “Shape I’m in”, el
clásico tema rockero trotón, que bien podría haber pertenecido a
los Georgia Satellites, y que se ve enriquecido por las sabias teclas
del Faces Ian McLagan (que también colabora en el resto del disco),
y con la épica y vibrante “Too many ways to fall”.
Aunque
la mayor parte de la crítica cayó rendida a sus pies, dada la
evidente calidad de todo el trabajo, y daba la sensación de que el
cuarteto de Texas estaba a punto de explotar a nivel de popularidad,
la realidad es que su propio nombre resultó un amargo presagio de lo
que vendría a continuación, y los Arc Angels cayeron tan rápido
como habían subido. Diferencias creativas, lucha de egos entre sus
dos líderes, giras extenuantes y una grave adicción a la heroína
de Doyle Bramhall II provocó la ruptura de la formación en 1994,
concluyendo con una serie de conciertos de despedida en el Austin’s
Backyard.
También
es interesante apuntar que las ventas no acompañaron, en unos años
noventa inmersos en plena vorágine del grunge y el rock alternativo
(alcanzando a pesar de ello un más que meritorio puesto 127 en la
lista Billboard), y es una lástima, porque hubiera merecido mejor
suerte. El álbum poseía la suficiente entidad para haber atraído a
cualquier fan del rock. Ni siquiera ayudó el hecho de que actuasen
un par de veces en el popular Late Show de David Letterman. Tras
la disolución del grupo, cada uno de los componentes reanudó su
carrera por separado. Charlie Sexton grabó un par de álbumes en
solitario, alternando una reputada labor de productor (Eddie Brikell,
Lucinda Williams, Marc Cohn, Super Seven…) con la de guitarrista
habitual de Bob Dylan.
Doyle
Bramhall II también publicó sus propios trabajos, girando además
como guitarrista junto a Eric Clapton o Roger Waters, mientras que
los inseparables Double Trouble colaboraron en tres discos del
quinteto soul Storyville y han apoyado a artistas tan diversos como
Buddy Guy, John Mayer, Kenny Wayne Sheperd o al propio Bramhall en el
proyecto The Mighty Zor.
En
el 2009, los Arc Angels (salvo Tommy Shannon, retirado por motivos de
salud) anunciaron una reunión, que cristalizó en “Living in a
dream”, un CD/DVD en directo de unos conciertos puntuales que
habían dado en el 2005. Entre el material seleccionado, además de
tocar la totalidad de su debut en vivo (y el “She’s alright” de
Muddy Waters), incluyeron un documental sobre la historia de la
banda, dos temas nuevos (“Crave and wonder” y “What I’m
looking for”) y una versión de Paul McCartney (“Too many
people”). Este lanzamiento les sirvió de acicate para realizar una
nueva gira y telonear a Eric Clapton por Inglaterra, y si bien los
miembros de la banda habían asegurado que estaban trabajando en
nuevas composiciones para un hipotético segundo disco, no ha vuelto
a haber noticias al respecto. Esperemos que algún día los Arc
Angels desplieguen sus alas de nuevo.
(video:ArcAngelsVevo)
conozco a Charlie Sexton de los 80's, tuvo un par de singles bien power y rockeros. No tenía ni idea de esta banda y por le título pensé que era un homenaje en serio a Vaughan ja pero es solo un estilo parecido ¿no? saludos master, me lo guardé para escucharlo bien a la noche...
ResponderEliminarBueno, de alguna forma es un homenaje al guitarrista tejano, pero con material propio y en una onda más bien que tira hacia el rock americano. Un saludo.
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