1 de mayo de 2019

Sonidos de ébano: FUGI, un diamante perdido.

A medida que finalizaban los años sesenta, la psicodelia fue adquiriendo mayor importancia y filtrándose incluso en un estilo aparentemente antagónico como la música negra, con Jimi Hendrix como figura de referencia, que demostró que podía elevar ésta a otro nivel. Pero junto al genio de Seattle también había otros artistas que abrazaron dicha influencia y la incorporaron con absoluto acierto a su sonido: Se me ocurre así, a bote pronto, Sly & The Family Stone con su excepcional y oscuro ‘There’s a riot goin’ on’, el debut de Curtis Mayfield en solitario, unos renovados The Temptations a través la pareja compositora Whitfield-Strong, The Chambers Brothers y su aplastante ‘Time has come today’, los Funkadelic de George Clinton e incluso unos colosos del blues como Muddy Waters y Howlin’ Wolf probaron a impregnar de psicodelia, muy a su pesar, su estilo clásico (en sus respectivos e infravalorados ‘Electric Mud’ y ‘The Howlin’ Wolf Album’). 


Por desgracia también existieron otros músicos menos conocidos que quedaron directamente sepultados entre la brutal efervescencia que vivía la ‘black music’ en ese periodo, como nuestro protagonista: Ellington ‘Fugi’ Jordan. Poca gente sabe que este tipo, quien trabajó como compositor para Chess Records, ya se habría ganado el cielo sólo por ser el autor de uno de los mejores temas soul de todos los tiempos, ‘I’d rather go blind’, popularizado por Etta James (quien supuestamente colaboró en la canción aunque quien apareció en los créditos finales por razones impositivas fue su marido en aquella época, Billy Foster).
El inicio de la historia parte de Eddie Kendricks, vocalista de los mencionados The Temptations. Ellington se muda a Detroit, donde conoce gracias a su mediación a los componentes de Black Merda, una prometedora banda local a quien Kendricks pensaba producir. Inmediatamente surge la química entre ellos y empiezan a trabajar en ideas para un hipotético álbum.
Finalmente Chess Records, a través de su filial Cadet les publica un adelanto en forma de single en 1969, ‘Mary, don’t you take me on no bad trip’ una extensa composición que servía de inmejorable carta de presentación al estilo de Fugi, y que aunaba el rock, el funk o el blues y la psicodelia más fumeta y triposa. Dicho tema tuvo cierto impacto en la ciudad del automóvil aunque la cosa no pasó de ahí. Y es que el prestigioso sello de Chicago se negó de un modo un tanto absurdo a publicarles un elepé pues consideraban demasiado provocativas (???) las composiciones de Ellington (¿una presunta apología de las drogas quizás?), aunque sí publicó el debut de Black Merda en 1970, que irónicamente se movía en la misma línea.

El caso es que el material grabado quedó arrinconado en un cajón durante años, y no fue hasta finales de los noventa cuando el sello Funky Delicacies (que curiosamente también reeditó el de Black Merda) remedió tal desatino y publicó el trabajo completo, aunque con una portada que no le hace justicia, como único lunar. ¿Y qué nos encontramos en la ansiada grabación? Pues material inflamable en la misma línea que su lejano single, desarrollos hipnóticos, sonido crudo y expansivo y guitarras chirriantes deudoras de Hendrix, con la impronta fundamental que le dio el respaldo de los fabulosos Black Merda, a los que posiblemente se les ninguneó a la hora de repartir créditos.
Se hace extraño pensar que Cadet Records ignoró temas tan soberbios como la sugestiva ‘Revelation’, el excelente medio tiempo soul ‘Can you hear me call you, woman’ o la personal recreación que hace de su mítico clásico, aquí retitulado ‘I’d rather be a blind man’, entre otros. De haber aparecido en su momento podría haber formado parte de una hipotética trilogía de poderoso rock negro junto a los fabulosos debuts de Funkadelic y Black Merda. Nunca es tarde para descubrirlo.



Texto escrito por : LITTLE BASTARD

(foto:discogs. videos:Orange Sun/Fugi)

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