Una aventura marina que ofrece lo mejor de la ciencia ficción
Empezamos la semana con uno de esos clásicos que muchos tenemos en un pedestal por una u otra circunstancia. Nadie puede debatir que esta película tiene todo lo mejor de una gran cinta de aventuras, fantasía y ciencia ficción reunida en sus dos horas y siete minutos de duración. Encima reúne a un elenco de actores variado y que juntos forman una sólida roca que hacen girar la historia a mayor gloria de la productora que se encuentra detrás (en sus buenos tiempos, no como hoy), hablo de Walt Disney. "20.000 leguas de viaje submarino" (1954) es la adaptación de la genial obra de Julio Verne que se fue publicando a modo de capítulos en la "Revista de ilustración y creatividad" entre marzo de 1869 y junio de 1970. Posteriormente en se publicó de dos formas, primero en dos volúmenes uno en 1969 y otro en 1970, y de manera íntegra ya en 1971. La historia nos cuenta como una leyenda circula acerca de que en el océano una bestia marina destruye y mata a todo lo que se pone por delante. La armada de los EEUU envía el buque USS Abraham Lincoln para intentar dar con el. Al buque es invitado el biólogo marino Pierre Aronnax (Paul Lukas). Tras el fatídico encuentro el barco es hundido y tres de sus tripulantes es recogido por la propia bestia marina que resulta ser un barco que puede navegar bajo el agua.
El resto de los protagonistas son el arponero Ned Land (Kirk Douglas), el Capitán Nemo (James Mason) y el Conseil ayudante del biólogo (Peter Lorre). Juntos dan vida al film en sus papeles más relevantes. Sin duda donde la película se vuelca claramente es en la figura del Capitán Nemo, trabajando bien su personalidad y su megalomanía patente. Su persona interpretada de forma magistral por un James Mason en estado de gracia es diseccionada perfectamente en el transcurso de la película. Alrededor de él se mueven los tres rescatados que verán como poco a poco lo que parecía un rescate se convierte en un secuestro a todas luces. Sabedores que ese monstruo marino donde habita y cuyo nombre es Nautilus será su tumba. Tras esta realización está el gran y creo yo poco reivindicado director norteamericano Richard Fleischer, poseedor de una gran filmografía, tocando varios géneros con impresionantes resultados (Testigo accidental (1952), Los diablos del pacífico (1956), Los Vikingos (1958), Impulso criminal (1959), Viaje alucinante (1969) o "El estrangulador de Boston (1968), como vemos o por lo menos pienso yo una carrera alucinante solo con esta pequeña parte de su dilatada carrera.
Empezamos la semana con uno de esos clásicos que muchos tenemos en un pedestal por una u otra circunstancia. Nadie puede debatir que esta película tiene todo lo mejor de una gran cinta de aventuras, fantasía y ciencia ficción reunida en sus dos horas y siete minutos de duración. Encima reúne a un elenco de actores variado y que juntos forman una sólida roca que hacen girar la historia a mayor gloria de la productora que se encuentra detrás (en sus buenos tiempos, no como hoy), hablo de Walt Disney. "20.000 leguas de viaje submarino" (1954) es la adaptación de la genial obra de Julio Verne que se fue publicando a modo de capítulos en la "Revista de ilustración y creatividad" entre marzo de 1869 y junio de 1970. Posteriormente en se publicó de dos formas, primero en dos volúmenes uno en 1969 y otro en 1970, y de manera íntegra ya en 1971. La historia nos cuenta como una leyenda circula acerca de que en el océano una bestia marina destruye y mata a todo lo que se pone por delante. La armada de los EEUU envía el buque USS Abraham Lincoln para intentar dar con el. Al buque es invitado el biólogo marino Pierre Aronnax (Paul Lukas). Tras el fatídico encuentro el barco es hundido y tres de sus tripulantes es recogido por la propia bestia marina que resulta ser un barco que puede navegar bajo el agua.
El resto de los protagonistas son el arponero Ned Land (Kirk Douglas), el Capitán Nemo (James Mason) y el Conseil ayudante del biólogo (Peter Lorre). Juntos dan vida al film en sus papeles más relevantes. Sin duda donde la película se vuelca claramente es en la figura del Capitán Nemo, trabajando bien su personalidad y su megalomanía patente. Su persona interpretada de forma magistral por un James Mason en estado de gracia es diseccionada perfectamente en el transcurso de la película. Alrededor de él se mueven los tres rescatados que verán como poco a poco lo que parecía un rescate se convierte en un secuestro a todas luces. Sabedores que ese monstruo marino donde habita y cuyo nombre es Nautilus será su tumba. Tras esta realización está el gran y creo yo poco reivindicado director norteamericano Richard Fleischer, poseedor de una gran filmografía, tocando varios géneros con impresionantes resultados (Testigo accidental (1952), Los diablos del pacífico (1956), Los Vikingos (1958), Impulso criminal (1959), Viaje alucinante (1969) o "El estrangulador de Boston (1968), como vemos o por lo menos pienso yo una carrera alucinante solo con esta pequeña parte de su dilatada carrera.
"20.000 leguas de viaje submarino" es una aventura en sí misma, su magnífica puesta en escena son de una belleza casi inalcanzable. La estupenda fotografía y un color brillante y luminoso dan esa viveza a las secuencias e imágenes que se quedan en la memoria. Desde luego su estilo es más que una simple película para toda la familia, escondiendo bajo la superficie (no pretendía ser un chiste jeje) muchas otras cosas. Como los complejos de grandeza, estados de histeria colectiva y lealtad mal entendida (como los marineros fieles a Nemo).
Estamos ante una producción mastodóntica en su concepción y puesta a punto. Con decorados exuberantes que muestran tanto el exterior como el interior de la nave, maquetas y demás puesta a punto. El film se grabó tanto en localizaciones naturales en Jamaica, Bahamas y California. Como en estudios, los de 20th Fox, Universal y los propios de Disney. Con un presupuesto de unos 9 millones de dólares el resultado en taquilla fue más que rentable, con 28 millone ganados sólo en EEUU. Para la historia nos quedó una aventura perfectamente engrasada, un guión que se me antoja perfecto, y que desarrolla todo a las mil maravillas. Junto a unas escenas icónicas hoy día como esa batalla con el calamar gigante, la impresionante isla secreta del Capitán Nemo y por supuesto ese Nautilus que es sin duda la nave acuática más famosa de la ciencia ficción. Un film que nunca cansa de ver, que ese sabor del cine clásico que solo transmite pasión y unas formas de realizar un trabajo artesanal tan pulcro como jovial. Como colofón se hizo con dos Oscar, uno a mejor dirección artística y otro a mejores efectos especiales.
Puntuación general:10/10
(fotos:IMDB.video:Cine Fantasía)
Enorme película y gran resumen. Como dices nunca se cansa uno de verla. Como se echan de menos películas así.
ResponderEliminarSaludos.
Hombre Capitán, saludos. Ya lo creo que se echa de menos este tipo de cine. Pero en fin, nos queda siempre volver al pasado para ver esta y otras que siguen siendo insuperables.
EliminarQue tal Victor!
ResponderEliminarEstupenda la entrada y con un buen puñado de datos interesantes. Pocas peliculas aguantan el paso del tiempo tan bien, incluso pasa ese terrible filtro de la edad, me refiero a como nos vamos haciendo mayores y algunas de esas pelis que teniamos mitificadas se nos vienen abajo al cabo de los años. La continuo viendo con agrado y me sigue proporcionando un magnifico entretenimiento.
Lo dicho, muy bueno el post, saludos!
Exacto, la nostalgia nos puede jugar malas pasadas cuando revisamos un film, pero en este caso creo que no sucede, es una película que puede gustar a cualquier generación Fran. Gracias.
EliminarSaludos