29 de septiembre de 2017

ELENA Y LOS HOMBRES


ELENA Y LOS HOMBRES(1956)

La comedia es con diferencia para mi el género más complicado de realizar. Su arte depende de muchos factores. De los cuales los actores son fundamentales para el buen desarrollo del film.
Jean Renoir está detrás de esta cinta. Y su mano u ojo, cada cual que coja el que más le guste, se articula para la realización de tan cabaretero espectáculo. Como reina del cotarro y sin macho que la domine, está Ingrid Bergman. La actriz de frágil apariencia, con esa mirada inocente pero profunda. Se siente fuerte y en donde una jauría de hombres giran a su alrededor. La cinta ambientada en la década de los 10 del siglo XX, nos cuenta como una mujer (princesa polaca ella), se enamora de un político francés. Por allí revolotea otro, al que ella cae rendida también. Apareciendo otro tercero en discordia. 
Podríamos decir o encuadrarla en esas películas donde el aspecto de obra teatral es puesta en escena como punto clave para el devinir de su narración. El problema de Elena (bueno, más bien el de su familia y posición) es que se han quedado en la más absoluta ruina. Y claro, hay que esconder los hechos, y la apariencia no se puede perder bajo ningún motivo. 
Elena entonces es un bonito anzuelo para la pesca del mejor postor. Un hombre que solo tiene una cartera suculenta como cabeza. Alrededor de estas pesquisas, se nos presenta un film ágil, donde su director mueve con mano certera el elenco de personajes que por ella transita. Ahí están Mel Ferrer haciendo del Conde Henri. O al actor francés Jean Marais como el General Rollan. Secundarios que dan vida haciendo que sea rica aún más esta propuesta cinéfila, como  a Jean Richard en un papel verdaderamente cómico. 
Como decía más atrás, el aspecto del film es muy importante. Tanto que su director Jean Renoir, lo ideó como un homenaje a su famoso padre, el pintor Pierre-Auguste Renoir. Por lo tanto el color es una pieza básica de todo el film. Dotando junto a la forma teatral de contar la historia, un aspecto de bodevil. También es cierto que hoy día puede resultar que encontremos esta forma y propuesta que nos presenta su director como algo caduca. Donde parece que sus actores se vean reducidos a un anclaje de encorsetamiento sin mucho o nada para poder sentirse libres. Cada uno tendrá su visión al verla. Una comedia romántica en definitiva casi coral, donde el despliegue visual es tan importante como la historia. Que por sencilla no quita para unos diálogos muy bien construidos.

Puntuación general: 8/10

2 comentarios:

  1. Renoir es uno de mis realizadores favoritos, un genio. Esta película no la he visto y tengo ganas, es este fin de semana intentaré que no pase.
    Saludos.

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    1. Sin duda es uno de los grandes directores de la historia. Este film creo que te gustará. ya me contarás.

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