La historia nos sitúa en una casa, allí un niño llamado Pete de ocho años, vive atormentado. Unos extraños ruidos y golpes que parecen provenir del interior de las paredes de la vivienda, lo tiene en un intenso trauma. Lo que parece no es lo que parece, y el agobio irá en aumento.
Estamos para mí, ante una de las mejores cintas de terror de este año. Sin ser algo extraordinario ni fuera de lo normal, esta cinta que dirige Samuel Bodin (Marianne, miniserie de tv 2019), nos sumerge en el terror infantil que tanto juego a dado a lo largo de las décadas. Una buena puesta en escena y una buena dirección de actores hacen el resto.
Tenemos a Lizzy Caplan (Monstruoso 2008), Antony Starr (The Boys, serie tv) y al niño Woddy Norman.
Lo bueno: el suspense que crea, la ambientación y un guion bien contado.
Lo malo: el poco peso del padre en la historia, y que nos recuerda a otros films del estilo.
Puntuación general: 7/10
Por el trailer, parece que el pequeño protagonista descubrió un secreto familiar, que los padres quieren encubrir. Y quienes quieran ayudarlo estarán en peligro.
ResponderEliminarLa madre se va volviendo muy inquietante.
Buena reseña-