Cuando se publicó este trabajo de BILLY IDOL, ya era una estrella a nivel masivo en EEUU y parte del resto del planeta. Pudo haber seguido por la senda de su anterior obra. De ahí que estemos ante un disco a valorar. Por su arriesgada propuesta. En un jugada que le volvió a salir bien. Porque este tercer trabajo "Whiplash Smile" (1986), no es tan fácil de asimilar como los anteriores. La cantidad de canciones que podrían actuar como singles eran menores. Donde los temas más intrincados y difíciles para el oyente se sucedían sobretodo en su cara b. A su lado seguía Steve Stevens, que nos volaba la cabeza con algunos solos y riffs muy potentes. Dos personalidades diferentes, pero complementarias.
Y algo de esa magia se perdió en sus siguientes discos, hasta la vuelta del guitarrista al lado de Idol. El disco se abría con una de las piezas más fuertes que habían grabado, "Worlds forgotten boy". Es en esta cara A donde se aglutina los temas con mayor fuerza comercial. Como muestran las canciones "To be a lover" o "Soul standing by". Incluyendo uno de los mejores temas que alguien grabara en toda la década de los 80, "Sweet sixteen". Idol ofrecía una cara B con novedades sonoras. Canciones muy trabajadas en estructuras y sonidos complejos. Donde uno necesita agudizar el oído para captar las melodías intrincadas y oscuras que nos ofrece. Todo tras "Don't need a gun" La única que mantiene la cara mas amable del disco. "All summer single" o "Fatal charm" se arrastran serpenteantes y corrosivas. grandes temas sin duda. Pero fuera ya de la inmediatez de las otras composiciones. Con este disco asistimos también al final de una etapa para Idol. Y lo hace por la puerta grande.
uhhh me hiciste recordar ese To be a lover que era grandioso!! con onda Elvis al cantar, me gustaba que su look y actitud eran punk y hacía el pop mas liviano que había! jaja... pero me encantaba.... un buen recuerdo de mis 80's master...
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