20 de julio de 2018

GENE WILDER

El 29 de agosto del 2016 falleció el genial Gene Wilder. Este actor y cómico ha significado mucho para mi. Algunas de sus películas las tengo marcadas a fuego en mi memoria. Y suelo visionarlas de vez en cuando. Mis favoritas siempre han sido "El jovencito Frankenstein", "La mujer de rojo", "El expreso de Chicago", "El hermano más listo de Sherlock Holmes", "Un mundo de fantasía" y "Terrorífica luna de miel". A modo de homenaje escribí un pequeño relato en aquel triste día. Hoy quería compartirlo con ustedes. 

DEDICADO A GENE WILDER.......
Con el colegio fuimos a la fábrica de Willy Wonka. Era el paraíso, dulces, colores, era el sueño de todo niño. Ya al crecer mi vena curiosa hizo que preguntara en casa cosas acerca del sexo. Esas niñas en mi clase empezaban a atraerme como antes lo hacía los dibujos animados. Siempre me daban evasivas, así que tuve que descubrirlo por mi cuenta. Recuerdo a mi padre y su frase "Que haces en el baño todo el día, sal de ahí y dale la oportunidad a otro". Crecí y me casé, una chica preciosa. De viaje de novios nos fuimos a Transilvania. El cochero nos llevó hasta un castillo. Ahora era un hotel. Aunque tenía fama de ser muy siniestro. El mayordomo era un tipo pequeño y jorobado. Pero amable y gracioso. A la vuelta, nos instalamos en Londres. El periódico de ese día a nuestra llegada resaltaba en sus titulares un caso de un gran robo. Y que tras la desaparición del más famoso detective de la ciudad, su hermano pequeño estaba tras el caso. Un tipo que se las daba de listo. Y que tenía fama de sabelotodo. Riñas de hermanos supongo. En uno de mis viajes de negocios, estando en el expreso de Chicago. Me vi envuelto en un gran lío entre mafiosos. Por suerte un camarero de color fue mi escudero. Tampoco pude evitar caer ante los encantos de una mujer rubia. Un tipo serio y fiel como yo. Ella me dijo que era el mejor amante del mundo. Y claro, ante eso, poco se puede decir. Los tres días allí dentro fueron como un gran orgasmo. Siempre he sido algo seductor, incluso se me daba bien cantar. Más adelante otra mujer se cruzo en mi camino. Era muy graciosa, y sus encantos más allá de físicos eran por su oratoria. Claro, que al poco de estar con ella, los problemas se multiplicaron. Iba en busca de su hermano, y me vi envuelto en una trama de espionaje que prefiero no recordar. Siendo ya un cuarentón, y felizmente casado con la chica de siempre. No se que me pasó, pero atravesé una fase complicada. Y mis ojos se fijaron en esa chica que de la nada apareció en el parking de la oficina. Su cuerpo era de morirse, labios carnosos y ojos como conchas enormes. La seguí día si día también. Hasta que finalmente quedé con ella. Allí estábamos, en esa habitación de hotel. Una diosa dispuesta a amarme toda la noche. Pero la cosa no salió bien. Y la velada se vio interrumpida de forma tajante. Un tiempo después, mi mujer y yo decidimos visitar a una tía rica que no veía desde que era un crío. Vivía en un caserón enorme apartada de todo bicho viviente. Para sorpresa ese mismo fin de semana había reunido a más miembros de mi familia. Lo cierto es que siempre me dio algo de miedo ese sitio. Y los recuerdos del pasado asaltaron mi mente durante todo el fin de semana. Incluso a sabiendas de que me tomen por loco, me pareció ver una especie de lobo rondando por allí de noche. El tiempo no pasa en balde. Y ya de mayor y viudo, la sordera me atacó fuertemente. Para sorpresa mía, aquel camarero negro, y algo chistoso volvió a mi vida. Pero una terrible enfermedad también hizo presencia en el. Ahora era ciego. Y bueno, nos complementábamos mutuamente. Así seguimos hasta que el mundo quiera. La vida es un viaje, y el mío a sido de los que se recuerdan toda la vida.


p.d. Mi vida sería más aburrida sin tu presencia.
Gracias GENE WILDER
30 de agosto de 2016

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