Hay películas que están diseñadas mirando al público directamente. Que no entienden de otra forma que no sea la complicidad del espectador. Al fin y al cabo sin nosotros, el cine como espectáculo no existiría. Por lo tanto hay que saber distinguir entre el espectáculo puro y duro, y obras más personales. En los dos casos si se hace bien, no hay ningún problema, por lo menos de mi parte. La película que traigo hoy es uno de esos productos preparado concienzudamente de cara a la taquilla. Detrás tenemos al gran Robert Zemeckis como director. Persona que no necesita presentación, sus éxitos ya hablan por el. Y esta vez sin que el rey Midas(o lo que es lo mismo Spielberg) esté asociado de algún modo a la producción del film. La historia nos cuenta como un matrimonio de clase alta lleva apenas un año en su casa nueva(una pequeña mansión heredada del padre del protagonista). Tras la marcha de su hija a la universidad, la mujer empieza a experimentar y percibir cosas extrañas. Esta es la premisa que impregna este film. Como actores tenemos a Michelle Pfeiffer y Harrison Ford.
Ambos creo recordar que es la primera vez que se meten a realizar un film de estas características. Pues estamos antes un thriller sobrenatural(no la considero de terror), que se mueve bien, pero con un claro referente como es Sir Alfred Hitchcock. Cosa que no duda incluso en decir abiertamente su director. La ventana indiscreta (pues la mujer sospecha que en la casa de al lado algo retorcido pasa). Psicosis(con una clara secuencia a modo de guiño). Y ya incluso diría yo similitudes con Sospecha(en cuanto a su propio marido). Con estos tintes tan evidentes, ¿podríamos salvar entonces esta cinta?. Mi respuesta es que si, pero sin pasarnos. Las referencias están ahí, pero Zemeckis también propone otras cosas que le dan cierto toque personal. Empezando por una puesta en escena y ambientación más lúgubres. Y terminando con su espléndida mano en ciertos planos.
El dinero invertido fue de unos 100 millones de dólares. Un presupuesto más que considerable para un film de estas características. La respuesta en taquilla no fue nada mal(unos 300 millones), aunque sin ser nada espectacular. En conclusión, una película que cumple mi primera regla básica, que es entretener. Que copia tics, secuencias, y todo lo visto ya muchas veces. Pero que lo hace de forma elegante. Moviendo la cámara y a los actores siempre en beneficio de cada escena. Con un buen ritmo narrativo y con una muy buena banda sonora a cargo de su mano derecha en estos menesteres, Alan Silvestri(eso si, muy Hitchcock). No todo tiene porque ser original y novedoso. No está entre lo mejor de su carrera, pero se disfruta sin esfuerzo.
Puntuación general: 6/10
Magistral película
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